Características de una caldera estanca

La principal peculiaridad que define a una caldera estanca es su hermetismo, ya que esta instalación está completamente cerrada . En ningún momento el aire del interior se pone en contacto el del habitáculo donde se encuentre. El aire necesario para llevar a cabo la combustión se obtiene del exterior por medio de un tubo, a través del cual entrarán también los gases indispensables para producir el quemamiento.

Estos electrodomésticos precisan de un ventilador para la inhalación y posterior exhalación de gases. Dos de las ventajas que ofrece una caldera de este tipo es su limpieza y seguridad. Al tener sellada la cámara en la que tiene lugar la combustión, los gases generados no van a penetrar en la cocina o cuarto donde esté ubicada la caldera. Tampoco van a originar ningún tipo de suciedad. Factores meteorológicos como la lluvia o el viento no van a influir en su funcionamiento.

Cualidades de una caldera de condensación

Una caldera de condensación funciona mediante la combustión de gas, pero con alguna peculiaridad respecto a las anteriores. Estos electrodomésticos utilizan el calor generado cuando se ha enfriado el vapor de agua procedente de los humos producidos con la combustión antes de que estos humos salgan al exterior. Este proceso permite transmitir calor al agua del circuito cerrado de la calefacción, haciendo posible un menor consumo de gas.

Estas calderas consiguen un rendimiento muy eficiente y sostenible. Su uso contribuye a reducir la emisión de algunos gases de efecto invernadero a la atmósfera como el óxido de nitrógeno o el dióxido de carbono.

Diferencias entre ambas

La primera diferencia que se puede observar entre ambas calderas es la de la eficiencia durante el proceso de combustión. Al hacer un mayor aprovechamiento del vapor ocasionado por la quema del gas, la caldera de condensación precisa de una cantidad menor de gas para su funcionamiento. Esto se traduce en un ahorro energético y en la factura del gas.

Respecto al poder calorífico interno, el de una caldera estanca es ligeramente inferior al de una caldera de condensación. En el caso de las calderas estancas este rendimiento llega como máximo hasta un 95 % del proceso calorífico interno, mientras que con las de condensación se puede obtener un rendimiento de un 110 % sobre el mismo proceso.

Las calderas estancas suelen tener un precio más económico que el de las de condensación, pero las instituciones europeas pretenden impulsar el uso de estas últimas ya que son más respetuosas con el medio ambiente. En las obras nuevas, la normativa europea establece como obligatoria la instalación de calderas de condensación. En cuanto a la emisión de ruidos, las calderas de condensación son más silenciosas que las estancas.

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