A la hora de elegir una de nuestras calderas de gas para calefacción central, es esencial tener en cuenta una serie de características esenciales que tienen este tipo de aparatos.

En primer lugar, hay que ser conscientes de la potencia que necesita la caldera. La potencia es el espacio o capacidad para abastecer de calefacción y agua caliente para las necesidades del espacio que necesitemos aclimatar. No hará falta la misma cantidad de potencia para un estudio que para un hogar más amplio. Por norma general, se necesitan 15 W por cada metro de estancia. Esta medición nos puede servir de guía, pero es imprescindible la consulta a un especialista que nos diga cuál es la óptima para nosotros.

Otra de las características es el tipo de gas que utiliza la caldera, que puede ser gas propano o gas natural. El primero necesita un depósito fijo, generalmente botellas individuales. Por su parte, el gas natural se almacena a través de una red, es decir, va canalizado.

Una tercera característica es el caudal de agua, lo cual hace referencia a la cantidad de agua que se mueve, es decir, que atraviesa un punto de corte en un tiempo determinado. Hace referencia a un incremento de la temperatura; es decir, ese movimiento hace variar la temperatura. Se mide a través de la unidad L/min, es decir, litros/minuto.

Otra de las características esenciales a la hora de elegir una caldera de gas es el rendimiento. Se trata de un indicador de cuánto se aprovecha la transformación de la energía del combustible (que, como ya hemos dicho, se trata de gas natural o gas propano) en el calor trasladable, es decir, en la calefacción o el agua caliente.

Una opción muy versátil

Estas calderas se utilizan para la calefacción de cualquier tipo de estancia debido a su gran versatilidad. Un uso muy común es la sustitución de las calderas que se quedan obsoletas en viviendas y edificios, ya que son una alternativa más segura. Además, estas calderas también suponen un extra de rendimiento, un ahorro de energía y el logro de la eficiencia energética tan demandada en estos días.

Debido a que existen muchos tipos de caldera, también son versátiles a la hora de su colocación. Cada una de ellas puede adaptarse al espacio que exista para su colocación. Las calderas murales se pueden colocar en la pared y las de pie, en el suelo; también existen aparatos autónomos ideales para ser colocados en el exterior de los edificios.

En Abengas somos conscientes de lo crucial que es elegir buenas calderas de gas para calefacción central, ya que nos acompañarán durante años. Por eso, estamos a disposición de nuestros clientes para resolverles cualquier duda a la hora de elegir una.